7ª ACTUALIZACIÓN



ACTUALIZACIÓN



FORO OFF TOPIC DE MERISTATION
15/04/2010 16:06:50
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Lo siento por haber tardado tanto en actualizar. Han sucedido demasiadas cosas y me ha sido imposible escribiros hasta ahora. Aún así, no os puedo poner al día de todo lo sucedido porque no tengo tiempo suficiente. Os escribo una parte ahora y mañana o pasado os escribiré la siguiente.
Un saludo y muchas gracias a todos.




Era mediodía. Me encontraba aparcado cerca del lugar donde tarde o temprano se tendría que bajar de la ruta. Miré la foto. Era en blanco y negro debido a que no tenía cartucho de color.

Dani. Ese pequeño ser demoníaco, el creador del mal que me acechaba, el motivo de mis pesadillas. Si ese individuo nunca hubiera existido todo esto jamás hubiera sucedido. Fue él quien entró en mi propia casa para que mi hermana se la mamara. Fue él quien se corrió en su boca. Fue él el causante de tener que soportar semejante martirio bajo la cama. Por su culpa discutí con ella, registre su cuarto y llamé a casa de su amiga. Posiblemente fuera él la pésima influencia que la hizo cambiar. Quizá fuera él quien la inició en el sexo de forma prematura. Es muy probable que fuera él quien la dio a probar su primer porro. Por si fuera poco va por ahí contando intimidades. Si tuviera que matar a alguien, sin duda mi víctima sería Dani. Le odiaba.

Yo habría hecho lo mismo a su edad. Incluso le habría contado a mis amigos lo de la mamada. Tiene 16 años, lo raro hubiera sido que no hubiese actuado como actuó.
Pese a mi odio incondicional hacia él no podía siquiera lastimarle. Lo que podía y debía hacer era advertirle, incluso amenazarle, pero nunca llegar a las manos.

Al día siguiente de la poco honrada confesión, mi hermana seguía con pocos ánimos. No hablaba apenas y se pasó todo el día encerrada en su cuarto. Parece que el diabólico Dani seguía difundiendo su placentera experiencia con ella. Había que cortar por lo sano.

Por fin llegó el autobús. Empezaron a bajar chavales uno a uno. En ese momento eché de menos mis prismáticos. El primero no era, el segundo tampoco, el tercero era una chica, el cuarto... Miré la foto. Mi hermana me advirtió de que tenía el pelo mas corto que en la fotografía. Era él.

El autobús partió y la pequeña concentración de seres humanos en pubertad se difuminó, quedando Dani sólo. Me baje del coche y me dirigí hacia él con paso decidido. Aunque ya le había visto en la foto me pareció un adolescente de lo mas normal, excepto por el pequeño detalle de que no tenía granos. Yo a su edad tenía una paella como cara. Maldito hijo de perra suertudo.

-¿Dani?- se giró hacia mí- oye, ¿tu que vas diciendo de mi hermana?-nunca había hecho algo así, pero estaba seguro de mi mismo.
-¿Yo? Nada.- se le veía sorprendido.
- ¿A no? He oído que vas diciendo por ahí cosas que no deberías.-No he hecho nada que no debiera- la sorpresa se le fue tan rápido como vino, esta vez lo dijo con confianza Yo me estaba empezando a salir de mis casillas, pero traté de tranquilizarme y llevar las cosas por buen camino.
-Mira chaval- le miré a los ojos con tono amenazador- me da igual lo que hayas hecho con mi hermana, pero hay que ser un hijo de puta para contarselo a todo el instituto, ¿no crees?
Se me quedó mirando, pero en vez de tener cara de miedo o de respeto como esperaba, su gestos empezaron a reflejar rabia.
-Tu hermana es una guarra- Antes de que pudiera terminar de pronunciar la ultima palabra estallé de ira. Le agarré por la sudadera y violentamente le empujé contra un coche.
-¿Como te atreves maricón de mierda?- Estaba tan furioso que le hubiera matado allí mismo.
-¡Es una chupapollas!- como si de un acto reflejo se tratase, le propiné un puñetazo en el pómulo. No cayó toda la fuerza del puño sobre él, pero fue suficiente para abrirle una pequeña herida.

Continué agarrando de su sudadera y apretando su pecho contra el coche. No oponía resistencia, y lo que era mas sorprendente, no tenía miedo. Me miraba con cara de rabia y con ojos vidriosos. No pedía clemencia ni se tapaba la cara con las manos, era como si no le importase que le pegase.

-¡Me puso los cuernos!- me gritó con tanto ímpetu que escupió pequeños fragmentos de saliva, pero por el subidón de adrenalina ni me di cuenta.
-¡Qué estas diciendo!
-¡Me puso los cuernos con mi mejor amigo!- rompió a llorar. Se derrumbó como las torres gemelas. Le solté y se sentó en el suelo. Retrocedí y le observé, las lágrimas se mezclaban con la sangre que le emanaba del pómulo. Parecía llorar sangre.

Estaba diciendo la verdad. En ese momento me di cuenta de lo que había hecho. Mis sentimientos cambiaron de forma radical. De odio a pena. De furia a arrepentimiento. De pensar que mis actos eran heroicos a pensar que eran despreciables. Me había vuelto a dejar llevar con consecuencias desastrosas.

Dani era inocente, era sólo otra víctima al igual que yo. La culpable de todo, la mente malvada que estaba detrás, era mi hermana. Todo el odio que profesaba hacia Dani se trasladó de forma súbita hacia mi hermana. Tenía que encontrarle y cantarle las cuarenta, y tenía que hacerlo ya.

Sin mediar palabra me alejé de Dani en dirección a mi coche, pero antes de abrir la puerta caí en un detalle y volví a acercarme a él.
-¿Estuviste el jueves por la mañana en mi casa con mi hermana?-seguía llorando. Estaba totalmente desconsolado. No lloraba de dolor físico, estaba destrozado emocionalmente.
No me respondía. Quizá no tuviera fuerzas siquiera para eso. Me lo tomé como un sí y volví al coche. Tenía que hablar con mi hermana ahora mismo. Metí las llaves para abrir la puerta y escuche un grito de desesperación.

-¡Yo nunca he ido a tu casa!

Me detuve dos segundos con la llave dentro de la cerradura. Mi hermana se iba a enterar. Me metí en el coche y me dirigí a casa.

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